Nueva edición de Radio Materialista donde analizamos el poliédrico asunto de la Inteligencia Artificial (IA). En la introducción de este episodio hemos contado con un interesante análisis escrito de la problemática de la IA a cargo de Javier Pérez Jara. En la tertulia han participado David Alvargonzález, Héctor Ortega y Carlos Javier Blanco.
En el sintagma Inteligencia Artificial (IA) hay dos palabras que, por separado, pueden llevarnos a muchas definiciones. ¿Es inteligencia lo que supuestamente tiene un robot o un ordenador avanzado? ¿Genera procesos psíquicos un ordenador?
Nuestros invitados parten de la distinción entre la inteligencia artificial fuerte (IAF) y la inteligencia artificial débil (IAD). Se trataría de saber si la inteligencia es emulable de alguna manera. Carlos hace también un repaso por los tres ejes del espacio antropológico (radial, angular y circular) para ver las implicaciones de las tecnologías de la IA. También se comentan las distorsiones de orden antropológico y ontológico que conlleva la IA. Héctor recuerda que la IA hasta la fecha son hombres que controlan a otros hombres. Quizá se esté intentando establecer una dialéctica errónea, que esconde aviesas intenciones, entre el hombre y la máquina. Las máquinas están diseñadas por unos grupos humanos contra otros.
Uno de los aspectos más inquietantes de cara al futuro es la implantación de chips en el cerebro y otras partes del cuerpo que harían que un ser humano tuviera ciertas características de robot. Estamos hablando de los «cyborgs». Cabría preguntarnos si estos nuevos individuos seguirían siendo de la misma especie biológica, o podríamos hablar de otra especie derivada de aquella como evolución del «homo sapiens sapiens». También preguntamos a nuestros tertulianos por las implicaciones de estos nuevos individuos.
David cree que hay varios criterios para diferenciar a las máquinas de los organismos vivos, como por ejemplo la reproducción, el diseño (las máquinas están diseñadas y los organismos vivos no), la forma de apagar una máquina que no es posible en un organismo vivo, &c. En el caso de los «cyborgs» Carlos advierte contra el intento de modificar la Idea de hombre y de persona con este asunto de la IA. Carlos analiza los motivos. Héctor cree que esta mitología esconde proyectos industriales con ciertas nematologías y cita algún ejemplo. David habla de un desdoblamiento del eje circular.
Héctor es coordinador de Agrupación de Servicios Técnicos y Administrativos, que incluye a las ingenierías, mutuas, sociedades de prevención, seguros, consultorías, telemárketing, asesorías, despachos, registros y nos comenta que este debate está llegando al mundo laboral. Una consecuencia de la «tecnologización» del trabajo y la aparición de la IA es el control casi total del trabajador con estas nuevas tecnologías, que crean cuadros psicológicos de estrés en los trabajadores. ¿Hasta qué punto las nuevas tecnologías informáticas y la IA están modificando el panorama laboral?
Héctor habla de una «cosificación» del trabajador y cita varios ejemplos. A David le recuerda este problema a la vieja problemática de la mecanización de la industria, que originaba unos problemas y resolvía otros. La automatización genera paro por una parte, pero a la vez evita los trabajos monótonos y tediosos. Carlos afirma que las nuevas tecnologías están haciendo daño en la enseñanza: por ejemplo, cuando un profesor le dice a un alumno que la información está en Internet y no es necesario memorizarla. Héctor destaca que las nuevas tecnologías están llevando al trabajador a una competencia brutal, un trabajador que se ve sometido a un control «orwelliano».
Supongamos por un momento que los robots alcanzasen un grado de sofisticación tal que pudieran moverse autónomamente, tomar decisiones más o menos libres, trabajar, &c. ¿Qué tipo de problemas podría plantear esto en nuestras sociedades? ¿Podría tener derechos laborales y de otro tipo un robot con una inteligencia que le llevara a tomar decisiones e incluso opinar? Si hay animalistas que tratan de otorgar derechos a los animales, no sería de extrañar que se plantease un problema similar pero en los robots. Incluso si nos atenemos a los híbridos entre humano y robot, podría surgir un rechazo desde los humanos -vamos a llamar no modificados- a los nuevos híbridos o «cyborgs».
David niega que a un robot se le pueda considerar como un humano, ni siquiera como a una mascota. No cree David que una máquina, aunque superase el «test de Turing», tuviera contenidos segundogenéricos. Carlos habla de las categorías de control, dominación y sumisión. Fenomenológicamente, los robots podrían controlarnos, dominarnos y, eventualmente y en un futuro incierto, someternos. «Estamos perdiendo autonomía como individuos», sentencia Carlos. Héctor insiste en que detrás de las nuevas tecnologías, tras los robots hay humanos. Luego en verdad estaríamos hablando de unas sociedades que luchan dialécticamente contra otras. La nueva mitología tiende a desdibujar esa dialéctica que un materialista, para quien la Idea de Hombre no es la de los Derechos Humanos sino la de la dialéctica entre los grupos humanos, no debe pasar por alto. Detrás de los grandes nódulos de Internet hay Estados que tienen sus intereses y pueden controlar la red con mucha mayor eficacia que otros Estados.
David interviene para decir que siempre detrás de los robots y superordenadores hay humanos. Utiliza el ejemplo de una máquina que juega al ajedrez como «Deep Blue», el ordenador que se enfrentó al campeón ruso Gary Kasparov. En rigor no se enfrentaban un hombre y una máquina, porque tras «Deep Blue» había el trabajo de muchos hombres que programaron la máquina para ganar.
Finalmente, Héctor centra el asunto de la IA en la política. «Donde llegan tus máquinas, llegas tú», dice Héctor. Pero las máquinas de un Estado se topan con la potencia de las máquinas de otro país enemigo. Establecer las claves de esta dialéctica tras la mitología del «hombre-máquina» aporta otra clave interesante para entender la Inteligencia Artificial.
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*Grabado el 18 de febrero de 2018.