martes, 22 de enero de 2019

Radio Materialista - Episodio 58 (Ideología de género)


Nuevo episodio de Radio Materialista sobre la ideología de género y la ley integral de violencia de género (LIVG). Hoy hemos grabado una entrevista con Víctor Martínez Patón, director del departamento de derecho penal de Patón & Asociados, doctor Internacional en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor Europeo en Ciencias Criminales por la Universidad de París Nanterre.

Víctor comienza analizando los artículos de la LIVG que modifican el Código Penal, aquellos donde "se establece una asimetría penal en la medida en que son penas distintas si el hecho es cometido por un hombre o una mujer". Víctor afirma que esta ley no vulnera el Artículo 14 de la Constitución "porque así lo ha dicho el Tribunal Constitucional" como máximo intérprete de los derechos fundamentales. Por lo que Víctor considera que cualquiera que afirme lo contrario "o bien está haciendo una análisis jurídico mal hecho o no es un análisis jurídico".

A continuación tratamos el asunto de las denuncias falsas, que es un término análogo, no unívoco. "Lo unívoco lleva a equívocos".  Aquí Víctor ve "una extraña polarización social" que impide analizarlo con objetividad. Para Víctor hay dos tipos de denuncias falsas. En el ámbito del Derecho Penal muchas veces hay delitos de violencia contra la mujer que quedan sobreseídos, a pesar de que se han producido, porque no hay pruebas. También, en el otro extremo, hay delitos de denuncia falsa que se han cometido pero también quedan impunes debido a la falta de pruebas. Víctor relata que en el ámbito doméstico es muy difícil obtener las pruebas de los delitos de denuncias falsas. El otro tipo de denuncia falsa es cuando el contenido de la denuncia es incierto.

"La ideología de género plantearía en términos generales la desigualdad entre géneros, algo así como una lucha de clases pero en términos sexuales, pero la LIVG introduce una versión muy reducida de lo que sería esa ideología de género en la medida en que aunque hable de una violencia que se ejerce sobre las mujeres por parte de un hombre por el hecho de ser mujeres, sin embargo limita su ámbito de aplicación a la que tiene lugar en las relaciones matrimoniales o de pareja". Aquí ve Víctor una contradicción. Si se acepta la ideología de género como verdadera, la LIVG no debería restringirse sólo al ámbito de las relaciones conyugales. Pero el problema es cuando la ideología de género es errónea, porque entonces arrastraría tras de sí toda la ley. "Sería entonces una ley corrupta", sentencia Víctor. Y claro, de esa corrupción se derivarían consecuencias. Siguiendo el análisis filosófico, Víctor ahora podría decir que el contenido de la ley es "ahistórico o contraevolutivo". Además, Víctor destaca que "el argumento que se utiliza que dice que mueren más mujeres que hombres, que por supuesto es cierto, en realidad no es un argumento, ni siquiera podíamos llamarlo falacia; es ya directamente menos que eso, porque una vez que hombres y mujeres estén protegidos por igual en la ley, ya será la propia realidad la que se ocupe de proteger en más ocasiones a la mujer o en menos ocasiones al hombre aplicando una ley que trate los casos por igual". 

Le preguntamos a Víctor por la acusación que algunos políticos han vertido sobre aquellas personas que critican la LIVG o algunos aspectos jurídicos de ella de ser "cómplices de los maltratadores". Víctor cree que esto "es una tontería, una bobada" que no merece ni una respuesta. Pero también advierte sobre otras "bobadas" que se dicen desde otras partes. Por ejemplo, cuando se afirma que los hombres, por ser hombres, la ley los trata como culpables; o cuando se dice que ha desaparecido la presunción de inocencia para los hombres; también cuando se acusa a los fiscales de tratar mal a los hombres por el hecho de ser hombres; o que los jueces tratan mal a los hombres en aplicación de la ley. Todo esto es "rotundamente falso", sentencia Víctor. La ley -a juicio de Víctor- tiene varios errores y es susceptible de ser reformada. Pero también nos advierte contra la polarización del debate que impide un análisis frío y objetivo.

Víctor cree que la LIVG es una ley ideológica que surgió en el primer Gobierno de Zapatero, junto a la ley del matrimonio homosexual y la ley de memoria histórica. Ninguna de las tres leyes eran necesarias, opina Víctor, aunque tuvieran cierta utilidad. Eran leyes que trataban de contentar a los grupos que habían alzado a Zapatero al poder, continúa Víctor. "Tendría toda la utilidad y toda la razón de ser que hubiera una ley integral que englobara la defensa de los menores, la defensa de los ancianos, y, por supuesto, la defensa de lo que es la pareja en sí misma, y que un solo tribunal tuviese la potestad de juzgar todo esto, a mí me parecería muy razonable, y que esto se hiciera con una ley integral, pues mejor todavía en la medida en la que podía afectar a diversos grupos", dice Víctor. Pero a continuación Víctor afirma que "como el concepto está mal hecho", todo esto resulta inane.

Finalmente, nuestro entrevistado hace una reflexión sobre la interpretación que se está haciendo de una sentencia del Tribunal Supremo, que afirma que el TS es favorable a que la condena sea más débil si es una mujer que si es un hombre. Para Víctor "este tipo de interpretaciones son completamente confundidas por quienes así las hacen, en la medida en que lo único que ha hecho el TS es hacer un análisis de la ley y decir que la ley es lo que dice, y que como tal Tribunal Supremo no tiene potestad para sostener algo contrario a lo que dice la ley. El TS no ha amparado una desigualdad penológica, sino que lo que ha hecho es constatar que tal cosa existe". Finaliza Víctor sosteniendo que en su opinión "esta desigualdad penológica no debería existir", y además afirma que puede llegar a ser grave, aunque no en todos los casos. Víctor advierte sobre los colectivos que están exagerando la trascendencia práctica de esta desigualdad y sobre otros que están minimizándola. Ni una cosa ni la otra, sostiene nuestro invitado.

En conclusión, Víctor cree que es un disparate "establecer bandos en algo que es verdaderamente un problema de todos, y que quien lo oculta o pretende ocultar está engañando, y que quien pretende decir que es tan importante como para que haya que insistir en las políticas de género, sencillamente no ha entendido que el problema jamás se va a poder resolver si no descendemos a cuál es realmente el problema, que no pasa por una supuesta desigualdad histórica o ancestral entre hombres y mujeres. Lo primero que no ha sido así. Pero aunque fuera, yo como hombre no tengo que ser condenado por una desigualdad milenaria".





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*Grabado el 23 de enero de 2019.