lunes, 2 de septiembre de 2019

Radio Materialista - Episodio 62 (Filosofía de la Música)

Nuevo episodio de Radio Materialista. Hoy hemos hablado de Filosofía de la Música con Vicente Chuliá Ramírez, un compositor y director de orquesta que está trabajando en el desarrollo completo de la Filosofía de la Música que elaboró Gustavo Bueno Martínez.

Vicente nos habla de su acercamiento al Materialismo Filosófico (MF). Su formación escolástica de la composición se la debe a su padre, el también compositor Salvador Chuliá Hernández. También su aprendizaje con el técnico de dirección de orquesta Enrique García Asensio le aportó un armazón teórico muy sólido. Finalmente, su hermano Ernesto, profesor e intérprete de trompeta clásica, le descubrió algunos vídeos de Gustavo Bueno. En especial a Vicente le interesaron sobremanera los vídeos del curso de Filosofía de la Música del filósofo calceatense. Pronto se daría cuenta Chuliá de que el MF "ofrece, sin ningún tipo de dudas, unas coordenadas que permiten un mapa del mundo que hoy en día no se puede confeccionar con tal solidez desde ningún otro sistema". Vicente destaca el día en que Gustavo Bueno Sánchez y Tomás García le invitaron a Oviedo para que les comentara todos los avances e investigaciones que estaba llevando a cabo.

Después Vicente nos habla de la difícil acogida de estas ideas en el gremio de los músicos. La Música no permite un cierre categorial como el que se puede dar en la Química o la Geometría. Es un campo muy complejo intersectado por otros muchos. Esto abre la vía de la filosofía espontánea "que inunda todo el gremio", en palabras de Chuliá. Nuestro invitado destaca que el gremio de la dirección de orquesta "se mueve con categorías alemanas". Esta concepción germánica se traduce -a juicio de Chuliá- en una serie de "ideas holóticas que parten casi siempre de concepciones monistas". Por eso el MF, que es pluralista y discontinuista, constituye una oportunidad excelente para reconstruir todo el discurso teórico.

Nuestro invitado ahora procede a definir críticamente la música. Lo que hace el MF desde su actualismo es analizar todas las ideas clásicas de artes serviles y artes liberales para triturarlas y reconstruirlas desde el eje radial (la relación de los hombres con las cosas). Para Chuliá "el MF desde un pluralismo discontinuista, que no acepta una homogeneización de una teoría estética general, precisamente establece la distinción entre arte sustantivo y arte adjetivo". En el arte adjetivo las morfologías sólo tienen sentido cuando se integran "como partes de una conducta o un proceso teleológico humano o etológico, es decir, cuando son partes de otra cosa". El ejemplo del hacha de sílex que sólo se entiende cuando la relacionamos con la mano que la utiliza, ilustra bien el arte adjetivo. En cambio, el arte sustantivo no tiene esas finalidades, pues "tiene una lógica interna que lo sustancializa", según nuestro invitado. Pero esa lógica siempre se ha de dar en sustancialismos actualistas, esto es, no hay sustancias eternas: "son tan partes de la sustancia los componentes genéricos de M3 como las transformaciones y accidentes de esas sustancias". Chuliá, para que nuestros oyentes lo entiendan, nos ilustra con la Quinta Sinfonía de Beethoven: "Esa sinfonía no es una sustancia eterna e invariable, sino que tiene unas invariables en sus propios conceptos internos, pero esas invariables están transformándose a través de referenciales, de fenómenos, a través del presente en marcha (actualismo)". A continuación se pregunta cómo podemos sustancializar una obra de arte desde ese criterio. Desde los valores estéticos parece insuficiente. Así que para Chuliá la única alternativa es analizar esto "desde analogías de atribución con las ciencias en estado alfa". Como vemos, hay unas dificultades muy grandes para definir in recto la música. Así que lo que podemos hacer -a juicio de Chuliá- es echar mano de las herramientas que nos proporciona el MF: por ejemplo, la teoría de la esencia genérica de Gustavo Bueno. La raíz sería la apreciación de los sonidos. El núcleo tendría que ver con un volumen de masas de cuerpos que están vibrando entre sí. Este volumen (tridimensional) tiene tres ejes: Y (las alturas de los sonidos), X (las duraciones de los sonidos) y Z (el eje que cruza los dos ejes anteriores y que está formado por cuatro partes: la intensidad, la presión, la densidad y las amplitudes). De las intersecciones muy complejas de estos elementos (que explica con ejemplos Chuliá) surge lo que llamamos música. Estos tres ejes están trabados en symploké. Son disociables pero inseparables. Finalmente, Chuliá explica el tercer elemento: el cuerpo de la música.

Vicente también observa que la leyenda negra ha afectado a la música. Dice Chuliá: "Muchas personas cuando analizan estas cuestiones quieren envolver un análisis de la propia historia de filosofías importadas que ya toman parte en el asunto" y no se dan cuenta. También opina que el MF es un sistema aún muy joven, que se está haciendo: "El que diga que está cerrado o clausurado es un imbécil, no como insulto, sino porque va sin báculo, desorientado". En asuntos como la música es ahora cuando estamos empezando, destaca Chuliá. También afirma que la música de Bach no hubiera sido posible sin la aportación del siglo de oro de la polifonía española: Alonso Lobo, Tomás Luis de Víctoria, Cristóbal de Morales, Juan Cabanilles (el principio de "La Pasión según San Mateo" de Bach es "un plagio desde el punto de vista melódico" de "Mortales que amáis" de Cabanilles), &c. También sentencia Chuliá que en los siglos XV y XVI el mejor sitio del mundo donde se podía estudiar música era España.

Ahora Vicente replica a la crítica que algunos han realizado de la Filosofía de la Música del MF que apunta a que tendría un campo de aplicación muy restringido a las músicas "cultas" y no serviría para analizar las músicas populares. Chuliá se opone radicalmente a esta crítica porque es indocta. Afirma nuestro invitado con contundencia: "No me extraña que a otros no les sirva lo que yo escribo, porque para que sirva hay que saber armonía, contrapunto, fuga, orquestación. Es decir, si no sabes meterte dentro de la partitura no puede servir. Es como el que no sabe Química: la TCC no le sirve para nada más que para propias estéticas retóricas". Y es que al ser la Filosofía un saber de segundo grado, exige unos conocimientos previos de los saberes de primer grado. Chuliá nos recuerda que Gustavo Bueno destruyó las ideas de "música culta", "música clásica", "música popular" (el pueblo somos todos, incluso los que van a un concierto de Bach), "música determinista", "música aleatoria", etc. Además, también puede haber piezas de Mozart y Haydn de música degenerada si, por ejemplo, estuvieran tocadas con un sintetizador. Porque la música degenerada es la que pierde el género, no la que es el resultado de una depravación moral. Chuliá pone el ejemplo de la música electrónica que ha perdido componentes en el eje Z: no hay densidades, presiones ni amplitudes. Sólo hay intensidades y cromatofonismo. "Si no hay armónicos naturales, entonces hablamos de que ha perdido el género", dice Vicente, que además afirma que "perder el género" no significa que no se pueda analizar ni que esa música guste más o menos. Prosigue Chuliá: "Lo que pasa es que el ignorante tiene que ejercitarse en el arte de la retórica para impresionar al público y entonces viene a convertir la Filosofía en algo totalmente metafísico que viene a ser psicologismo, sociologismo y, sobre todo, payasería". Y para Chuliá, parafraseando a Platón, esta confusión sería el principio de la corrupción, algo que convertiría a los filósofos en impostores, "y contra esto sí que vamos", concluye nuestro invitado.

Vicente Chuliá dice que él no está en contra del trabajo de los disc jockeys o de los artistas de vanguardia como John Cage, pioneros en utilizar un giradiscos como instrumento productor de música en vez de como aparato reproductor: "Si lo quieren hacer, que lo hagan", dice Chuliá. Lo que no hay que hacer es mezclar ambas cosas, a juicio de Vicente: "Lo que no podemos permitir es que todo entre dentro de un saco monista común y ecualizado a otras cosas que son otra cosa, porque en el momento en que la Medicina se confundiera con el curanderismo estaríamos en una sociedad totalmente ridícula abocada al suicidio total". También recuerda Chuliá que la Filosofía no sólo se ha de ocupar del arte sustantivo: también debe ocuparse del arte adjetivo y, en concreto, de la música degenerada, con el mismo interés que otros aspectos de la realidad.

Finalmente, Vicente Chuliá trata el controvertido asunto de los subjetivismos en la música. Vicente parte de la distinción entre subjetivismos psicológicos y subjetivismos lógicos (operaciones moldeadas por las instituciones de las que forman parte). Este subjetivismo lógico para Chuliá es el que serviría como nexo entre M1, M2 y M3. Termina nuestro invitado comentándonos sus nuevos proyectos y actividades en torno a la Filosofía de la Música del Materialismo Filosófico.





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*Grabado el 1 de septiembre de 2019.

lunes, 26 de agosto de 2019

Radio Materialista - Episodio 61 (El Materialismo Filosófico a debate).

En este episodio nuestros invitados someten el Materialismo Filosófico (MF) a debate a tres años del fallecimiento de Gustavo Bueno. Me han acompañado Ernesto Castro, Íñigo Ongay de Felipe, Luis Carlos Martín Jiménez, Héctor Ortega y Joaquín Robles.

Ernesto Castro destaca "muchos desarrollos interesantes" en el MF tras el fallecimiento de Gustavo Bueno. Además, Ernesto afirma que "el problema no está en la gnoseología del sistema sino en la periferia, específicamente en la periferia estética y política que es donde los desarrollos son más tenues". Íñigo y Luis Carlos piensan que no son objeciones filosóficas las que hace Ernesto sino sociológicas o psicológicas, "sin perjuicio de que en el vídeo apunte algunas objeciones que son filosóficas", que, en cualquier caso, según Ongay, no estarían desarrolladas, sólo esbozadas, como la crítica a Bueno sobre Heidegger, la filosofía política del MF, la estética &c. Héctor ve normal que tras el fallecimiento de Bueno aparezcan multitud de instituciones, algunas de ellas críticas con el MF. También destaca que hay instituciones del MF que han buscado "deliberadamente" determinada deriva política y esto, para Héctor, "distorsiona la recepción del MF". Joaquín cree que Ernesto y Héctor confunden la implantación política del MF con la intersección del MF con las alternativas políticas, "porque el concepto de implantación política sólo tiene sentido en tanto que opuesto a la implantación gnóstica". Robles afirma que el MF trabaja sobre la realidad misma pero a través de las ideas que han surgido en función de la dialéctica de los conceptos. Y es que para Robles si se quiere hacer una crítica al sistema, hay que hacerla diaméricamente, no metaméricamente.

Ernesto también plantea si la independencia de las repúblicas hispanoamericanas que se desgajaron del imperio español puede asimilarse al planteamiento de independencia en la Cataluña actual. Íñigo cree que esta analogía (también trazada antes por Pérez Herranz) es falsa. Héctor denuncia que en las instituciones principales del MF hay unas posiciones muy rígidas sobre la historia de España que no pasan de Esparza, Laínz, &c. "historiadores de cuarta fila", según Héctor, que también cree que esto no es inocente. Robles sale en defensa de "Hermes católico", el libro de Pedro Insua, y replica que es la estructura imperial la que permite que la independencia de las repúblicas hispanoamericanas sucediese, pero no era nada previamente planificado por el Imperio español, no estaba en su ortograma imperial. Héctor cree que la idea de Estado-Nación francesa es "lo que viene a liquidar las instituciones imperiales y esto es lo que no se quiere discutir". También pone ahí el origen de los nacionalismos fraccionarios en España.

Ernesto cree que si no hay en el MF una teoría general sobre las artes, una teoría materialista estética, no se puede hablar después de géneros y especies. Ongay reconoce que esto sí que es una objeción legítima. Al no dejar Bueno una teoría materialista estética hay proyectos posteriores como el de Jesús G. Maestro, que, a juicio de Ongay, son fallidos.

Otro asunto que han tratado nuestros invitados es el de la implantación política de la filosofía del MF. Luis Carlos añade que cuando uno hace filosofía, se ubica desde una plataforma política. También dice que si el MF tiene éxito o es marginal, eso no dice nada del sistema en sí, ya que el éxito no es juicio de nada, y cita ciertas ideologías delirantes con un gran predicamento en el mundo.

Otros asuntos que iban surgiendo en la inercia propia del debate y se mezclaban con los anteriores son el origen de Vox y las instituciones del Materialismo Filosófico, la llamada ideología de género, el papel de la Filosofía como saber de segundo grado, la Idea de Imperio, la incompatibilidad del MF y la derecha, la concepción de la Psicología que maneja el MF, &c.





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*Grabado el 25 de agosto de 2019.

viernes, 26 de julio de 2019

Radio Materialista - Episodio 60 (Imperiofilia e imperiofobia)

En este nuevo episodio de Radio Materialista hablamos de dos libros fundamentales: Imperiofobia y leyenda negra" de María Elvira Roca Barea e "Imperiofilia y el populismo nacionalcatólico" de José Luis Villacañas. Nos han acompañado Héctor Ortega, José Luis Villacañas y José Luis Pozo Fajarnés.

Villacañas comienza con un resumen de su libro que ha dividido en tres partes. El autor de "Imperiofilia" opina que el libro de Roca Barea parte de la idea "nietzscheana" de que existen pueblos superiores e inferiores. Atribuye a los superiores la capacidad producir "nuevos momentos evolutivos de la humanidad", y a los pueblos inferiores, como pueblos pasivos, la capacidad de resistir "todos los procesos de homogeneización que lanzan los nuevos imperios con estas leyendas negras para indisponer a sus públicos". Villacañas lleva la "imperiofobia" de Barea a la "hispanofobia" y de ahí a la "católicofobia", que sería -a juicio del autor- la verdadera intención de Barea aunque no la confiese. Villacañas ve un maniqueísmo en el planteamiento de Barea ("Cristo vs anticristo", "amigos vs enemigos").

A continuación Héctor compara los libros de Barea y Villacañas, partiendo de que "son dos grandes autores". Ambos libros están hechos pensando en el presente. Imperiofilia acierta -según Héctor- en que supera un tanto la visión maniquea del libro de Barea, que nos lleva a una visión casi idílica de la historia de España, oprimida por la leyenda negra. El libro de Villacañas serviría entonces para contrapesar esa lectura al presentarnos también los aspectos negativos de nuestra historia. También Héctor echa en falta en el libro de Barea una crítica al imperio Norteamericano.

Fajarnés cree que Villacañas usa argumentos "psicologistas" para criticar las ideas de Barea al hablar de "resentimientos". También opina que Barea usa algunos argumentos del libro de Bueno "España frente a Europa" pero no reconoce que ha seguido las enseñanzas de Bueno, quizá porque lo considere negativo para las ventas de su libro. También critica Fajarnés que Barea no reconoce los imperios generador y depredador. Tampoco entra en la idea fundamental de "España frente a Europa": la dialéctica de los imperios como motor de la historia.

Villacañas se defiende de la crítica de Fajarnés diciendo que es realmente Barea la que explica la imperiofobia como un complejo. También quiere dejar claro que él no niega la leyenda negra, pero esto no quiere decir que tengamos que ignorar o maquillar algunos aspectos negativos de nuestra historia. También afirma Villacañas que en la actualidad la leyenda negra ya no funciona.

Héctor ve una ruptura de la UE distanciándose del bloque anglosajón, y este último "centrándose en el identitarismo WASP mucho más radical que lo que venía". Uno sería el bloque continental europeo y el otro lo que llama Héctor el bloque "atlantista". Villacañas ve también la conocida fractura entre países germánicos (Norte) y países mediterráneos (Sur), que lleva asi desde los tiempos de Carlos V. Sólo una Europa federal podría acabar con esta fractura, según Villacañas, que además serviría para proyectar una influencia adecuada en América. Villacañas cree que el libro de Barea es "peligroso" porque aislaría a España de los países luteranos en virtud de su Catolicismo.

Héctor cree que uno de los problemas es que "hemos heredado estructuras imperiales a nivel hispano que deberían federarse contra la hegemonía norteamericana, pero en esa coyuntura qué hace España: ¿federarse con el bloque anglosajón?".

Villacañas cree que España no fue un imperio porque nunca nuestros reyes fueron coronados por los papas, ni tuvo España una estructura jurídica imperial. En consecuencia, Villacañas no cree que fuera un imperio generador. Héctor rechaza esta idea y le recuerda que España fundó muchas ciudades y tenía una estructura muy compleja. Llevó a cabo una labor civilizatoria muy considerable que dejó unas instituciones muy sólidas que duraron muchos años. Fajarnés sigue incidiendo en las instituciones que ha dejado el imperio español y aún perduran. El mejor ejemplo sería el idioma español.

Héctor cree que España en cierto modo deja de ser europea cuando se extiende hacia América. Villacañas replica que el potencial de España en América estaba descuidando las relaciones con las demás potencias europeas de la época: "España se estaba desangrando en Europa mientras miraba a América", afirma Villacañas.

Fajarnés comenta que la leyenda negra está tan interiorizada por algunos españoles que es casi imposible ver una película española donde se trate con respeto nuestra historia. Villacañas compara la situación con algunas películas inglesas que pueden ser críticas con la historia del imperio inglés pero al final siempre aparece un elemento de grandeza de la nación que, en cierto modo, redime los errores.

Después Fajarnés entra en la crítica de lo que él considera una confusión detectada en el libro de Villacañas: confundir ideas con conceptos y ausencia de definiciones y clasificaciones. Fajarnés le recuerda que no distingue los tipos de naciones (étnica, política y biológica). Tampoco define el imperio, le recuerda Fajarnés. Villacañas replica que él no ha escrito un tratado de filosofía donde sistematiza las ideas sino un libro que refuta los argumentos de Barea, que no es filósofa. "Si yo tuviera que criticar un libro de Gustavo Bueno -cosa que no excluyo- lo haría con todo el potencial filosófico, pero Barea no es filósofa", explica Villacañas. También Villacañas cree que el de Barea no es un libro que se derive de las tesis de Gustavo Bueno.

Finalmente, Héctor dice: "Yo creo que la crítica que hay que hacer y repensar es al Estado-Nación. Hay una confusión que nos lleva a simplificar: por un lado hay estructuras herederas del imperio, eso se rompe y surgen los Estados-Nación y salen las teorías nacionalistas de los Estados. Y ahí nace el historicismo. Mucha de la leyenda negra es la justificación de las historias nacionales. Y empiezan falsificaciones y no somos ajenos a esas falsificaciones como Estado-Nación. Pero, claro, cómo encajamos lo que fue el imperio español en un producto de él. El nacionalismo fue una de las junturas por donde las ideas francesas rompieron el imperio español."






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*Grabado el 25 de julio de 2019, día de Santiago, patrón de España.

lunes, 29 de abril de 2019

Radio Materialista - Episodio 59 (España frente a Europa)

Nuevo episodio de Radio Materialista dedicado a la reedición del libro de Gustavo Bueno "España frente a Europa" (Pentalfa, 2019). Participan Luis Carlos Martín Jiménez, Héctor Ortega, Íñigo Ongay y Pedro Insua.

Nuestros invitados comienzan abordando una crítica sobre la vigencia de las ideas plasmadas por Bueno en este libro, cuando hace veinte años de su primera edición. Héctor cree que "sigue vigente una gran parte del libro". También observa que hay otras partes en las que Bueno no pudo profundizar por falta de espacio y que serían ampliables en la actualidad. Las ideas de imperio generador e imperio depredador también serían ampliables según Héctor. Luis Carlos afirma que Bueno identifica a España con la idea de Imperio y no con la de Nación. También cree que las ideas de este libro tardarán aún más en ser asimiladas y, por lo tanto, su vigencia todavía no ha alcanzado el máximo vigor. Íñigo Ongay piensa que el libro, aunque lo leyeran pocas personas, seguiría teniendo vigencia porque estas ideas están impregando la realidad política de España. Íñigo considera que sigue siendo en 2019 una obra seminal para entender qué es España y su relación con Europa, Hispanoamérica y el resto del mundo.

Recientemente, hemos visto el papel de la Iglesia católica en la crisis de Venezuela. No han faltado las críticas desde diversos sectores que culpan al Vaticano de un poco disimulado alineamiento con el Gobierno de Nicolás Maduro. Preguntamos a nuestros tertulianos a qué se debería esta posición estratégica de la Iglesia católica y si podría benefiar a la Hispanidad. Héctor cree que la elección de un papa hispanoamericano no es casualidad. Las iglesias protestantes de EE.UU. tratan de hacerse un lugar en los países hispanoamericanos, que son uno de los "santuarios" principales del Catolicismo. Luis Carlos observa un proceso de desviación de la Iglesia hacia postulados propios del humanismo kantiano que últimamente tratarían de corregir, orientando más las enseñanzas hacia el tomismo. Íñigo destaca que la Conferencia Episcopal de Venezuela está en contra de Maduro, en cambio, el Vaticano lo apoya, aunque por razones diplomáticas y de prudencia política. Íñigo no ve otra razón. Pedro Insua interviene a partir de este momento. También destaca que el papa tiene que jugar un papel diplomático importante porque el imperio norteamericano extiende por el mundo sus instituciones más potentes, una de ellas las religiones protestantes que rivalizan con la católica.

En los pasados Encuentros de Filosofía en Oviedo Luis Carlos Martín Jímenez le hacía una objeción a Carlos Madrid en su conferencia "Ciencia y Nacionalismo: moléculas, metros y ciudadanos". Decía que hay dos tipos de racionalidad. Una atómica que viene de Francia [que explicó Carlos Madrid] y de unos científicos que llegan a unos límites categoriales como son moléculas o elementos químicos, pero que, a juicio de Luis Carlos, no se pueden reproducir en política porque no se puede reconstruir el todo. Luis Carlos ponía el ejemplo de la idea de ciudadano y de individuo. Cuando en el regressus llegamos desde el ciudadano al individuo, luego es imposible reconstruir de nuevo en el progressus al ciudadano, porque la idea de ciudadano implica el Estado y no sólo al ser humano. Luis Carlos iba más lejos y afirmaba que este tipo de ideología estaba hecha desde Francia contra el Imperio español, que sigue otra racionalidad isológica. Decía también Luis Carlos que "nosotros somos el imperio y, como tal, estamos sufriendo las consecuencias todavía porque esos clichés nacionales no nos ajustan, nos destruyen, como estamos viendo con Cataluña y el País Vasco".

Ahora en este episodio pedimos a Luis Carlos, antes de abandonar la tertulia por obligaciones familiares, que nos comente esta cuestión para debatirla con los demás invitados. Íñigo también está de acuerdo con Luis Carlos y Héctor en que la racionalización por holización no es la única posible. Frente al racionalismo atómico hay racionalismos anatómicos. Aunque Íñigo cita ciertos inconvenientes para sostener el argumento de Luis Carlos. Pedro sigue desarrollando las objeciones de Íñigo y además añade que no se pueden articular los Estados a través de la idea de Imperio. Íñigo apostilla que España es un resto del imperio pero que no se puede confundir con el imperio hispánico. Sería como confundir un arqueópterix con una gallina, destaca Íñigo. Pedro y Héctor ahora mantienen una ardua discusión sobre la Idea de Imperio y de Estado aplicado a España. Básicamente, Pedro defiende que el único enfoque posible es el del Estado, a lo que Héctor responde que, en efecto, España ya no puede ser Imperio, pero habría que pensar desde las instituciones heredadas del Imperio.

Recientemente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta al Rey de España, Felipe VI, en la que le instaba a reconocer los atropellos que las autoridades mexicanas consideran que se cometieron durante la conquista y a pedir disculpas por ellos. El Gobierno español reaccionó a la misiva y en un comunicado afirmó que “lamenta profundamente” su publicación y que “rechaza con firmeza” el argumento de la misma. Preguntamos ahora a nuestros invitados si hay algo de qué arrepentirse. ¿Debemos una disculpa a México? Héctor ve agudamente en la misiva una dialéctica entre México y EE.UU. y lo desarrolla. Íñigo destaca que el perdón y el arrepentimiento son categorías psicologistas que en una cuestión histórica y política como esta no tienen cabida ya que se ubican en otra escala. También la misiva pasa por encima de muchas dialécticas que se dieron como la alianza de ciertos indígenas con Cortés o las luchas entre los propios pueblos indígenas que no formaban una unidad armónica, salvo de forma retrospectiva y pasando por la acción posterior del imperio español. Héctor opina que tan ridículo es considerar que el imperio fue sólo España ("aquellos que fueron a Covadonga y salieron con morrión"), como "coronarse por un rito chamánico".





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*Grabado el 28 de abril de 2019.

martes, 22 de enero de 2019

Radio Materialista - Episodio 58 (Ideología de género)


Nuevo episodio de Radio Materialista sobre la ideología de género y la ley integral de violencia de género (LIVG). Hoy hemos grabado una entrevista con Víctor Martínez Patón, director del departamento de derecho penal de Patón & Asociados, doctor Internacional en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor Europeo en Ciencias Criminales por la Universidad de París Nanterre.

Víctor comienza analizando los artículos de la LIVG que modifican el Código Penal, aquellos donde "se establece una asimetría penal en la medida en que son penas distintas si el hecho es cometido por un hombre o una mujer". Víctor afirma que esta ley no vulnera el Artículo 14 de la Constitución "porque así lo ha dicho el Tribunal Constitucional" como máximo intérprete de los derechos fundamentales. Por lo que Víctor considera que cualquiera que afirme lo contrario "o bien está haciendo una análisis jurídico mal hecho o no es un análisis jurídico".

A continuación tratamos el asunto de las denuncias falsas, que es un término análogo, no unívoco. "Lo unívoco lleva a equívocos".  Aquí Víctor ve "una extraña polarización social" que impide analizarlo con objetividad. Para Víctor hay dos tipos de denuncias falsas. En el ámbito del Derecho Penal muchas veces hay delitos de violencia contra la mujer que quedan sobreseídos, a pesar de que se han producido, porque no hay pruebas. También, en el otro extremo, hay delitos de denuncia falsa que se han cometido pero también quedan impunes debido a la falta de pruebas. Víctor relata que en el ámbito doméstico es muy difícil obtener las pruebas de los delitos de denuncias falsas. El otro tipo de denuncia falsa es cuando el contenido de la denuncia es incierto.

"La ideología de género plantearía en términos generales la desigualdad entre géneros, algo así como una lucha de clases pero en términos sexuales, pero la LIVG introduce una versión muy reducida de lo que sería esa ideología de género en la medida en que aunque hable de una violencia que se ejerce sobre las mujeres por parte de un hombre por el hecho de ser mujeres, sin embargo limita su ámbito de aplicación a la que tiene lugar en las relaciones matrimoniales o de pareja". Aquí ve Víctor una contradicción. Si se acepta la ideología de género como verdadera, la LIVG no debería restringirse sólo al ámbito de las relaciones conyugales. Pero el problema es cuando la ideología de género es errónea, porque entonces arrastraría tras de sí toda la ley. "Sería entonces una ley corrupta", sentencia Víctor. Y claro, de esa corrupción se derivarían consecuencias. Siguiendo el análisis filosófico, Víctor ahora podría decir que el contenido de la ley es "ahistórico o contraevolutivo". Además, Víctor destaca que "el argumento que se utiliza que dice que mueren más mujeres que hombres, que por supuesto es cierto, en realidad no es un argumento, ni siquiera podíamos llamarlo falacia; es ya directamente menos que eso, porque una vez que hombres y mujeres estén protegidos por igual en la ley, ya será la propia realidad la que se ocupe de proteger en más ocasiones a la mujer o en menos ocasiones al hombre aplicando una ley que trate los casos por igual". 

Le preguntamos a Víctor por la acusación que algunos políticos han vertido sobre aquellas personas que critican la LIVG o algunos aspectos jurídicos de ella de ser "cómplices de los maltratadores". Víctor cree que esto "es una tontería, una bobada" que no merece ni una respuesta. Pero también advierte sobre otras "bobadas" que se dicen desde otras partes. Por ejemplo, cuando se afirma que los hombres, por ser hombres, la ley los trata como culpables; o cuando se dice que ha desaparecido la presunción de inocencia para los hombres; también cuando se acusa a los fiscales de tratar mal a los hombres por el hecho de ser hombres; o que los jueces tratan mal a los hombres en aplicación de la ley. Todo esto es "rotundamente falso", sentencia Víctor. La ley -a juicio de Víctor- tiene varios errores y es susceptible de ser reformada. Pero también nos advierte contra la polarización del debate que impide un análisis frío y objetivo.

Víctor cree que la LIVG es una ley ideológica que surgió en el primer Gobierno de Zapatero, junto a la ley del matrimonio homosexual y la ley de memoria histórica. Ninguna de las tres leyes eran necesarias, opina Víctor, aunque tuvieran cierta utilidad. Eran leyes que trataban de contentar a los grupos que habían alzado a Zapatero al poder, continúa Víctor. "Tendría toda la utilidad y toda la razón de ser que hubiera una ley integral que englobara la defensa de los menores, la defensa de los ancianos, y, por supuesto, la defensa de lo que es la pareja en sí misma, y que un solo tribunal tuviese la potestad de juzgar todo esto, a mí me parecería muy razonable, y que esto se hiciera con una ley integral, pues mejor todavía en la medida en la que podía afectar a diversos grupos", dice Víctor. Pero a continuación Víctor afirma que "como el concepto está mal hecho", todo esto resulta inane.

Finalmente, nuestro entrevistado hace una reflexión sobre la interpretación que se está haciendo de una sentencia del Tribunal Supremo, que afirma que el TS es favorable a que la condena sea más débil si es una mujer que si es un hombre. Para Víctor "este tipo de interpretaciones son completamente confundidas por quienes así las hacen, en la medida en que lo único que ha hecho el TS es hacer un análisis de la ley y decir que la ley es lo que dice, y que como tal Tribunal Supremo no tiene potestad para sostener algo contrario a lo que dice la ley. El TS no ha amparado una desigualdad penológica, sino que lo que ha hecho es constatar que tal cosa existe". Finaliza Víctor sosteniendo que en su opinión "esta desigualdad penológica no debería existir", y además afirma que puede llegar a ser grave, aunque no en todos los casos. Víctor advierte sobre los colectivos que están exagerando la trascendencia práctica de esta desigualdad y sobre otros que están minimizándola. Ni una cosa ni la otra, sostiene nuestro invitado.

En conclusión, Víctor cree que es un disparate "establecer bandos en algo que es verdaderamente un problema de todos, y que quien lo oculta o pretende ocultar está engañando, y que quien pretende decir que es tan importante como para que haya que insistir en las políticas de género, sencillamente no ha entendido que el problema jamás se va a poder resolver si no descendemos a cuál es realmente el problema, que no pasa por una supuesta desigualdad histórica o ancestral entre hombres y mujeres. Lo primero que no ha sido así. Pero aunque fuera, yo como hombre no tengo que ser condenado por una desigualdad milenaria".





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*Grabado el 23 de enero de 2019.