Nuestros invitados comienzan abordando una crítica sobre la vigencia de las ideas plasmadas por Bueno en este libro, cuando hace veinte años de su primera edición. Héctor cree que "sigue vigente una gran parte del libro". También observa que hay otras partes en las que Bueno no pudo profundizar por falta de espacio y que serían ampliables en la actualidad. Las ideas de imperio generador e imperio depredador también serían ampliables según Héctor. Luis Carlos afirma que Bueno identifica a España con la idea de Imperio y no con la de Nación. También cree que las ideas de este libro tardarán aún más en ser asimiladas y, por lo tanto, su vigencia todavía no ha alcanzado el máximo vigor. Íñigo Ongay piensa que el libro, aunque lo leyeran pocas personas, seguiría teniendo vigencia porque estas ideas están impregando la realidad política de España. Íñigo considera que sigue siendo en 2019 una obra seminal para entender qué es España y su relación con Europa, Hispanoamérica y el resto del mundo.
Recientemente, hemos visto el papel de la Iglesia católica en la crisis de Venezuela. No han faltado las críticas desde diversos sectores que culpan al Vaticano de un poco disimulado alineamiento con el Gobierno de Nicolás Maduro. Preguntamos a nuestros tertulianos a qué se debería esta posición estratégica de la Iglesia católica y si podría benefiar a la Hispanidad. Héctor cree que la elección de un papa hispanoamericano no es casualidad. Las iglesias protestantes de EE.UU. tratan de hacerse un lugar en los países hispanoamericanos, que son uno de los "santuarios" principales del Catolicismo. Luis Carlos observa un proceso de desviación de la Iglesia hacia postulados propios del humanismo kantiano que últimamente tratarían de corregir, orientando más las enseñanzas hacia el tomismo. Íñigo destaca que la Conferencia Episcopal de Venezuela está en contra de Maduro, en cambio, el Vaticano lo apoya, aunque por razones diplomáticas y de prudencia política. Íñigo no ve otra razón. Pedro Insua interviene a partir de este momento. También destaca que el papa tiene que jugar un papel diplomático importante porque el imperio norteamericano extiende por el mundo sus instituciones más potentes, una de ellas las religiones protestantes que rivalizan con la católica.
En los pasados Encuentros de Filosofía en Oviedo Luis Carlos Martín Jímenez le hacía una objeción a Carlos Madrid en su conferencia "Ciencia y Nacionalismo: moléculas, metros y ciudadanos". Decía que hay dos tipos de racionalidad. Una atómica que viene de Francia [que explicó Carlos Madrid] y de unos científicos que llegan a unos límites categoriales como son moléculas o elementos químicos, pero que, a juicio de Luis Carlos, no se pueden reproducir en política porque no se puede reconstruir el todo. Luis Carlos ponía el ejemplo de la idea de ciudadano y de individuo. Cuando en el regressus llegamos desde el ciudadano al individuo, luego es imposible reconstruir de nuevo en el progressus al ciudadano, porque la idea de ciudadano implica el Estado y no sólo al ser humano. Luis Carlos iba más lejos y afirmaba que este tipo de ideología estaba hecha desde Francia contra el Imperio español, que sigue otra racionalidad isológica. Decía también Luis Carlos que "nosotros somos el imperio y, como tal, estamos sufriendo las consecuencias todavía porque esos clichés nacionales no nos ajustan, nos destruyen, como estamos viendo con Cataluña y el País Vasco".
Ahora en este episodio pedimos a Luis Carlos, antes de abandonar la tertulia por obligaciones familiares, que nos comente esta cuestión para debatirla con los demás invitados. Íñigo también está de acuerdo con Luis Carlos y Héctor en que la racionalización por holización no es la única posible. Frente al racionalismo atómico hay racionalismos anatómicos. Aunque Íñigo cita ciertos inconvenientes para sostener el argumento de Luis Carlos. Pedro sigue desarrollando las objeciones de Íñigo y además añade que no se pueden articular los Estados a través de la idea de Imperio. Íñigo apostilla que España es un resto del imperio pero que no se puede confundir con el imperio hispánico. Sería como confundir un arqueópterix con una gallina, destaca Íñigo. Pedro y Héctor ahora mantienen una ardua discusión sobre la Idea de Imperio y de Estado aplicado a España. Básicamente, Pedro defiende que el único enfoque posible es el del Estado, a lo que Héctor responde que, en efecto, España ya no puede ser Imperio, pero habría que pensar desde las instituciones heredadas del Imperio.
Recientemente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta al Rey de España, Felipe VI, en la que le instaba a reconocer los atropellos que las autoridades mexicanas consideran que se cometieron durante la conquista y a pedir disculpas por ellos. El Gobierno español reaccionó a la misiva y en un comunicado afirmó que “lamenta profundamente” su publicación y que “rechaza con firmeza” el argumento de la misma. Preguntamos ahora a nuestros invitados si hay algo de qué arrepentirse. ¿Debemos una disculpa a México? Héctor ve agudamente en la misiva una dialéctica entre México y EE.UU. y lo desarrolla. Íñigo destaca que el perdón y el arrepentimiento son categorías psicologistas que en una cuestión histórica y política como esta no tienen cabida ya que se ubican en otra escala. También la misiva pasa por encima de muchas dialécticas que se dieron como la alianza de ciertos indígenas con Cortés o las luchas entre los propios pueblos indígenas que no formaban una unidad armónica, salvo de forma retrospectiva y pasando por la acción posterior del imperio español. Héctor opina que tan ridículo es considerar que el imperio fue sólo España ("aquellos que fueron a Covadonga y salieron con morrión"), como "coronarse por un rito chamánico".
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*Grabado el 28 de abril de 2019.