Nuestros tertulianos afirman que el Congreso de Suresnes tenía un objetivo inconfesable: la "desactivación" del PCE para cerrarle el paso a la URSS en un país muy geoestratégico como España. No se puede entender esto sin ubicarnos en el contexto de la Guerra Fría donde el bloque comunista competía con el bloque capitalista y cada bloque trataba de posicionarse en el tablero geopolítico y dominar las zonas política y militarmente más importantes del mundo. En este sentido, el PSOE de Suresnes, como recuerda Joaquín, es una gran maniobra de la CIA primero y de la inteligencia alemana después.
Otro aspecto que comentamos tiene que ver con el problema de la unidad de España en el presente. ¿Hasta qué punto las ideas que empezaron a hervir en Suresnes son culpables de la situación actual? En el Congreso de Suresnes el PSOE reconocía el derecho de autodeterminación de las "nacionalidades", término éste -"nacionalidad"- muy capcioso que luego apareció en la Constitución. Las críticas actuales de históricos del PSOE como González y Guerra a los nacionalismos son deseables y necesarias, pero nuestros tertulianos recuerdan que ellos tuvieron mucha responsabilidad en este asunto. También se hace una crítica muy enérgica del federalismo que propone Pedro Sánchez para solucionar el problema. Nuestros contertulios nos dicen que el federalismo no tiene sentido cuando ya has unido un territorio. Solo partiendo de unos territorios separados que buscan una unión de buena fe se puede pensar en federar. Lo contrario es absurdo.
Ahora, 40 años más tarde, Alfonso Guerra y Felipe González creen que la Transición se hizo de la mejor manera posible "para no enfrentar a las dos Españas", destacaba Guerra. Cabe preguntarse si la Constitución de 1978, la culminación de la Transición, fue distáxica o prudente. Viendo el estado actual de debilidad de España, principalmente en la cuestión territorial, la distaxia parece la respuesta. Robles va más lejos y destaca que la ideología emanada de Suresnes ha acabado con todo el materialismo apegado a la realidad que tenían algunos españoles antes, y ha envuelto a los españoles en un idealismo cutre e insufrible. Dice Robles: "ahora la gente no va al colegio a que le enseñen sino a disfrutar de la enseñanza, no va al hospital a que le operen del hígado sino a disfrutar de la sanidad [...] Toda esta exaltación en TV de la felicidad canalla acompañada por intentos de debilitamiento de la Iglesia católica (la cantidad de programas sobre espiritismo, ovnis, apariciones, fantasmas...); todo esto tiene que ver con este intento de modificar la trayectoria de la concepción del mundo de la filosofía mundana [...] Yo recuerdo en otro tiempo un realismo político que ha desaparecido por completo ahora: aquí están manifestándose ahora por cosas como que no maten un perro o porque no quieren que saquen el petróleo en Canarias: nos hemos vuelto imbéciles".
Finalmente, comentamos la velada crítica de Alfonso Guerra a Podemos. Iván destaca que en la crítica de Guerra hay mucho miedo a Podemos. Joaquín Robles en cambio cree que Podemos puede ser una "jugada maestra" del PSOE apoyado por los medios de comunicación que tradicionalmente han apoyado al socialismo, "aunque me importa un bledo", también dice Robles. "No me parece nada descabellado que el PSOE pueda gobernar con Podemos", afirma Joaquín, que en cualquier caso, cree que hay que esperar a que Podemos salga de la fase de calculada (o no) ambigüedad ideológica para saber qué carta juega. Pedro Insua afirma que Podemos no es antisistema porque sus ideológos son en muchos casos socialdemócratas. Javier Delgado también insiste en que Podemos está más cerca del PSOE que del PCE pero advierte que "el monstruo puede devorar a Frankenstein".
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*Grabado el 21 de octubre de 2014.