sábado, 6 de junio de 2015

Radio Materialista - Episodio 24 (Especial sobre la parapsicologÍa y otras seudociencias)

Nuevo episodio de Radio Materialista dedicado a un análisis materialista sobre la parapsicología, el espiritismo, la ufología y otras seudociencias ampliamente difundidas en los medios de comunicación. Nos acompañan los filósofos Íñigo Ongay de Felipe, Joaquín Robles López y Pedro Insua Rodríguez.

Nos preguntamos si la parapsicología es una ciencia. El padre Quevedo nos remite a su etimología latina: el scire romano (conocer), que -como destaca Íñigo- sería un conocimiento especulativo que parte de unas premisas y nos lleva, según el silogismo científico de Aristóteles, desde los principios a las conclusiones. Entonces, según esta definición proposicionalista, la parapsicología podría ser una ciencia. Pero el problema viene cuando, al aplicar la Teoría del Cierre Categorial (TCC), no aparecen referencias fisicalistas en el eje semántico del espacio gnoseológico. Joaquín añade que la expresión "ciencias ocultas" es un oxímoron: "si es ciencia no puede estar oculta, y si está oculta no puede ser ciencia". Las seudociencias están más relacionadas con la magia que con la religión. Y es que las seudociencias del presente son la expresión de la magia de la sociedades bárbaras. Joaquín lo explica así: "El espiritismo y la astrología son claros ejemplos de cómo sobre un fondo de saberes bárbaros precivilizados, estos saberes no desaparecen en las sociedades contemporáneas, sin duda también porque generan ingresos. Esta magia se mantiene con un ropaje nuevo resultante de las nuevas tecnologías y corrientes filosóficas como el espiritualismo y el idealismo". Pedro destaca que en la parapsicología no hay términos, no hay operaciones, no hay referencias fisicalistas. Esto hace que sea imposible clasificar la parapsicología como ciencia. Pero, contra lo que pudiera parecer, esto no le resta ningún interés porque lo que la hace relevante es la impregnación que tiene en la sociedad, destaca Pedro. Tras una intensa e interesantísima discusión de nuestros filósofos sobre esta cuestión, se descarta que sea una ciencia también desde otras teorías de la ciencia como la teoría de los paradigmas de Kuhn, el adecuacionismo teoreticista, ni desde teorías descripcionistas, etc. Sólo tomando como referencia una teoría de la ciencia proposicionalista aristotélica derivada de los Segundos Analíticos de Aristóteles se puede aproximar uno a la ciencia, pero la dificultad está en saber cuáles son los principios. Aunque Pedro Insua cree que desde el falsacionismo de Popper quizá la parapsicología pudiera tener cierta cabida.

También preguntamos si el exorcismo acercaría el catolicismo al espiritismo. Íñigo entiende que el espiritismo es una institución inmiscible respecto a las coordenadas de la Iglesia católica "si por tales coordenadas entendemos el tomismo tradicional" (filosofía oficial de la Iglesia en el Concilio Vaticano I). En ese caso los fenómenos que componen el espiritismo no deben ser reconocidos por la Iglesia por tales fenómenos porque las almas de los condenados están en el infierno y las almas de los beatos están en el Cielo. Nada queda en el mundo terrenal para realizar actos tan prosaicos y aparentemente inútiles como mover mesas o arrojar platos al suelo. La doctrina clásica de la Iglesia es muy clara y siempre ha tratado el exorcismo con mucha precaución, pero advierte Íñigo que ante la preocupante deriva del Vaticano en los últimos tiempos con el papa Francisco nos podemos esperar cualquier cosa como una vuelta a los exorcismos, la creencia en ovnis y cosas más extravagantes. Joaquín y Pedro añaden que en la filosofía escolástica (Santo Tomás o Suárez) los espíritus son formas separadas (formas sin materia según la teoría hilemórfica de Aristóteles que dice que la sustancia es una mezcla de materia y forma). Pero Suárez en la Disputación VI niega que esas formas puedan actuar o interferir con la sustancia, incluso las pone en duda. Pero algunos clérigos que no han seguido a Suárez han pensado que tales formas pueden actuar con la sustancia y serían causadas por el diablo.

Los tertulianos ven un núcleo común de la religión con el espiritismo, incluso con la creencia en extraterrestres. Ese núcleo es la relación de los hombres con los animales en el Paleolítico (religión primaria). Esa relación ha evolucionado hacia las religiones positivas actuales tras absorber los conocimientos de la Filosofía y las ciencias. Pero al mismo tiempo el núcleo religioso ha sido infectado por la magia (entender relaciones de causalidad donde sólo hay casualidad). Las almas tienen formas de animales. El diablo es interpretado como un animal no linneano, igual que los supuestos extraterrestres.

La ufología es el siguiente asunto que tratamos. ¿Es una ciencia? Nuestros tertulianos niegan que sea una ciencia. Si los extraterrestres son vivientes incorpóreos, como parecen sostener algunos ufólogos, tal existencia es imposible. Pero, concediendo que existan (que no está probado), cabría hablar de que los extraterrestres sean animales no linneanos que nos llevarían a una relación de religación, una religiosidad verdadera. Pero en tal caso la ufología no alcanzaría tampoco el estatus de ciencia porque sería la zoología la que estudiaría a la nueva especie no linneana. Joaquín ve en los ovnis una vuelta a los démones aéreos de la Edad Media. Los extraterrestres como animales no linneanos envolverían las operaciones de los humanos y ahí tendríamos un principio claro de religiosidad. Pero hasta que nadie demuestre que tales entes existen, lo que hay ahora mismo es fraude e incluso intereses de la Nasa para atraer la atención de los ciudadanos para que sus impuestos financien las carísimas misiones espaciales en busca de vida extraterrestre.

Nuestros tertulianos terminan advirtiendo que este tipo de seudociencias tiene muchas veces un objetivo muy claro: atacar a la Iglesia católica. Joaquín destaca que el espiritismo se manifestó en España con mucha fuerza en el siglo XIX, en pleno conflicto entre liberales y tradicionalistas. Curiosamente, los espiritistas eran casi todos liberales. Luego en los tiempos de la Guerra Civil los espiritistas "eran casi todos anarquistas", comenta Joaquín. También relata lo que está sucediendo actualmente en algunos países hispanoamericanos donde la Iglesia evangélica está avanzando a costa del Catolicismo. No deja de ser sorprendente que en países como México, Cuba o Brasil, donde los protestantes tienen mucha fuerza, haya muchas asociaciones espiritistas. Por esta razón podemos ver una finalidad racional que apuntaría a la dialéctica de religiones: esto es algo más que una carencia de formación científica o filosófica. Íñigo además añade que en la actualidad la tendencia hacia estos asuntos del "misterio" también se está promocionando en los medios socialdemócratas de España, principalmente en el Grupo Prisa (Cadena Ser y Cuatro). Es prácticamente impensable ver o escuchar un programa de este tipo en la Cope o Radio María. Finalmente, el fenómeno también encuentra otra "salida racional" en el llamado mercado pletórico: La democracia del mando a distancia cristaliza en beneficios para las empresas que ofrecen los productos más demandados. Extravagantes tarotistas ocupan la franja horaria nocturna de las principales televisiones de España sin importarles a los dueños de las cadenas si lo que ofrecen es un fraude. El producto se justifica por el beneficio.

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*Grabado el 9 de diciembre de 2014.